El
juego adquiere un valor educativo muy importante por las
posibilidades que ofrece:
- Relación con el entorno.
- Interacción con
el grupo y otros compañeros/as.
- Interacción con los objetos y con
el medio.
- Desarrollo afectivo, cognitivo, motor y emocional.
- Mejora
de la autonomía y autoconfianza.
- Mejora de las acciones expresivas, lúdicas y de movimiento.
A
partir de las primeras vivencias y actividades en movimiento se
empiezan a construir las relaciones topológicas, espaciales y
temporales. Los juegos deben propiciar la construcción de estas
relaciones cognitiva-motrices, buscando la resolución de problemas
en las actividades. Hay que procurar crear la mayor disponibilidad
motriz en los niños, ofreciendo un amplio repertorio de actividades
motrices. Una de las mejores formas para trabajar este aspecto es a
través del juego y su implicación motivacional.
La
actividad motriz proporciona a los alumnos sensaciones corporales
determinantes para su evolución general, que contribuirán al
desarrollo de su proceso de maduración. Favorecerá el conocimiento
de su esquema corporal, la coordinación dinámica general y la
específica, las habilidades, el equilibrio, la agilidad, la
motricidad fina y gruesa, y las capacidades físico-motrices.
El
alumnado a través del juego potencia su inteligencia, ya que el
desarrollo de las capacidades intelectuales está unido al desarrollo
sensoriomotor. De esta forma provocamos en el alumnado el desarrollo
de la creatividad brindando la posibilidad de incentivar la
expresión, la invención y la creación. El juego motor también
ayuda al alumnado a relacionarse con los compañeros, favorece la
comunicación y la integración social.
El
juego nos servirá como recurso o herramienta psicopedagógica para
posteriores aprendizajes, pero además debemos tener en cuenta el juego tradicional o
popular, o a los juegos de la propia cultura (valor intrínseco del juego). Tampoco nos debemos
olvidar de los juegos cooperativos que cohesionan el grupo y la
conciencia social, los juegos participativos, los juegos creativos
que estimulan la imaginación y una gran variedad de clasificaciones
que favorecen diferentes objetivos educativos.
El
juego motor implica el desarrollo de todos los ámbitos de la
personalidad e interactúa en todo su conjunto, potenciando el
desarrollo del ser humano.